Jugando con ideas 29
Las
analogías del Alma
Definiciones y misión
En un tema anterior
titulado “¿Es posible existir sin dos cuerpos?”
(JCI 14) dábamos un respuesta positiva y decíamos que la trilogía
compuesta por los cuerpos emocional, mental y causal que sobreviven a la muerte
de los cuerpos físico y etérico constituyen en su conjunto lo que llamamos
Alma.
Dicho
esto, ¿cómo podemos definir el alma? A mi parecer habría que hacerlo a partir
de la función que cumple concretamente desde la tercera y cuarta dimensión a la
que estamos habituados.
Sea
cual sea su origen y su destino final, un punto de arranque sería verla como
una unidad de almacenamiento o banco de memoria. De modo sencillo: el
Alma está destinada a reunir toda la información que se va produciendo desde
que se ancla en un nuevo cuerpo (reencarnación o nacimiento) hasta su salida
del mismo (muerte). La recolección abarca desde lo meramente instintivo,
pasando por los deseos, emociones, sentimientos, pensamientos racionales y abstractos,
intuiciones y eventuales iluminaciones y sin dejar de lado toda clase de acciones
incluyendo imágenes y sonidos reales o meramente representados en la
imaginación. (nótese que en nuestra 3D la palabra “alma” precede a palabras que
denotan espacios de reunión como p.e. “almácigo “o “almacén”).
La
misión de un alma es la de autocompletarse en experiencias en densidades
crecientes. Una vez ocurrido esto estará en condiciones de reiniciar el camino
de vuelta al Hogar, Esta es una oportunidad para resignificar el pasado con una
comprensión más sutil de los hechos y acciones vividos. Es como si con la
experiencia que dan los años rememoráramos nuestras vivencias juveniles
dándoles un nuevo significado teñido de una cierta comprensión más benevolente.
Analogías
Un
tema arduo y abierto a la discusión es
determinar a ciencia cierta cómo se imbrica el alma en un cuerpo físico. A mi
modo de ver en el proceso de reencarnación emitiría líneas de fuerza a modo de “tentáculos
energéticos” hacia distintos puntos del cuerpo donde se originarán los centros
energéticos llamados chakras cuya función sería la de proveer de energía al
nuevo cuerpo y, a la vez, comenzar a trasegar la información que se vaya produciendo.
Tal vez el Ajña chakra en el entrecejo sea el punto de contacto donde se manifieste
la consciencia del yo que tan a menudo
se desmadra asumiéndose como si fuera la propia alma.
La
primer analogía del alma a mi entender es ese pequeño objeto electrónico cuyo
uso y función todos conocemos y que, curiosamente, en algunos países de
Centroamérica se lo conoce como “llave maya” en alusión a su parecido con el
típico colgante de piedra que solían usar los mayas y que recuerda, por forma y
tamaño, a nuestro conocido pen drive.
Pues
bien, esta “llave maya”, pen drive, lápiz USB, mini disco duro, flash USB,
unidad de memoria, pen disk, etc, resulta que al conectarse al puerto USB de la
PC, ya está en condiciones de transferir o grabar información. El punto de
contacto entre el pen drive y la PC (puerto USB) sería la analogía del yo.
A
partir de estas ideas se podrían armar algunos juegos de roles muy interesantes
para explicar el funcionamiento del alma.
Supongamos
que sobre un escenario se desarrolla una obra de teatro donde cada actor y
actriz lleva pendiente de su cuello un “alma”. Según el fluir de la obra, en un
momento dado, uno de los personajes termina su parlamento y sale de escena (se
muere) y, al hacerlo, entrega su colgante al siguiente personaje que entre
(nace) y así sucesivamente harán los demás personajes a su debido tiempo. Es
una obra cuya representación no tiene fin porque es la vida misma que se
renueva constantemente.
Así
las cosas y con el paso del tiempo, los colgantes habrán pasado por tantos
personajes acumulando las “actuaciones” de infinidad de ellos. Esas “almas”, que
de eso se trata, habrán completado la faena en la 3D y estarán listas para ir reemprendiendo
el camino de vuelta a Casa.
Otra
analogía del alma la podemos encontrar en las pruebas de atletismo denominadas
carreras de relevo por equipos donde cada miembro tras correr determinada
distancia pasa al siguiente corredor un “testigo” o “testimonio” que es una
barra de metal o madera cilíndrica de unos 30 cm de longitud que así va pasando
de mano en mano hasta el final de la carrera, Así este “testigo”, al igual que
el alma, habrá pasado en su “carrera” 3D por las manos de múltiples corredores
que lo portaban consigo.
Ricardo
Puerto Deseado, Santa Cruz, Argentina - 9
de setiembre de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario