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lunes, 9 de septiembre de 2013

Jugando con ideas 29

Jugando con ideas 29

Las analogías del Alma


Definiciones y misión

En un tema anterior titulado “¿Es posible existir sin dos cuerpos?”  (JCI 14) dábamos un respuesta positiva y decíamos que la trilogía compuesta por los cuerpos emocional, mental y causal que sobreviven a la muerte de los cuerpos físico y etérico constituyen en su conjunto lo que llamamos Alma.
         Dicho esto, ¿cómo podemos definir el alma? A mi parecer habría que hacerlo a partir de la función que cumple concretamente desde la tercera y cuarta dimensión a la que estamos habituados.
         Sea cual sea su origen y su destino final, un punto de arranque sería verla como una unidad de almacenamiento o banco de memoria. De modo sencillo: el Alma está destinada a reunir toda la información que se va produciendo desde que se ancla en un nuevo cuerpo (reencarnación o nacimiento) hasta su salida del mismo (muerte). La recolección abarca desde lo meramente instintivo, pasando por los deseos, emociones, sentimientos, pensamientos racionales y abstractos, intuiciones y eventuales iluminaciones y sin dejar de lado toda clase de acciones incluyendo imágenes y sonidos reales o meramente representados en la imaginación. (nótese que en nuestra 3D la palabra “alma” precede a palabras que denotan espacios de reunión como p.e. “almácigo “o “almacén”).

         La misión de un alma es la de autocompletarse en experiencias en densidades crecientes. Una vez ocurrido esto estará en condiciones de reiniciar el camino de vuelta al Hogar, Esta es una oportunidad para resignificar el pasado con una comprensión más sutil de los hechos y acciones vividos. Es como si con la experiencia que dan los años rememoráramos nuestras vivencias juveniles dándoles un nuevo significado teñido de una cierta comprensión más benevolente.
Analogías

         Un tema arduo y abierto a la discusión es determinar a ciencia cierta cómo se imbrica el alma en un cuerpo físico. A mi modo de ver en el proceso de reencarnación emitiría líneas de fuerza a modo de “tentáculos energéticos” hacia distintos puntos del cuerpo donde se originarán los centros energéticos llamados chakras cuya función sería la de proveer de energía al nuevo cuerpo y, a la vez, comenzar a trasegar la información que se vaya produciendo. Tal vez el Ajña chakra en el entrecejo sea el punto de contacto donde se manifieste la consciencia del yo  que tan a menudo se desmadra asumiéndose como si fuera la propia alma.
         La primer analogía del alma a mi entender es ese pequeño objeto electrónico cuyo uso y función todos conocemos y que, curiosamente, en algunos países de Centroamérica se lo conoce como “llave maya” en alusión a su parecido con el típico colgante de piedra que solían usar los mayas y que recuerda, por forma y tamaño, a nuestro conocido pen drive.

         Pues bien, esta “llave maya”, pen drive, lápiz USB, mini disco duro, flash USB, unidad de memoria, pen disk, etc, resulta que al conectarse al puerto USB de la PC, ya está en condiciones de transferir o grabar información. El punto de contacto entre el pen drive y la PC (puerto USB) sería la analogía del yo.
         A partir de estas ideas se podrían armar algunos juegos de roles muy interesantes para explicar el funcionamiento del alma.
         Supongamos que sobre un escenario se desarrolla una obra de teatro donde cada actor y actriz lleva pendiente de su cuello un “alma”. Según el fluir de la obra, en un momento dado, uno de los personajes termina su parlamento y sale de escena (se muere) y, al hacerlo, entrega su colgante al siguiente personaje que entre (nace) y así sucesivamente harán los demás personajes a su debido tiempo. Es una obra cuya representación no tiene fin porque es la vida misma que se renueva constantemente.
         Así las cosas y con el paso del tiempo, los colgantes habrán pasado por tantos personajes acumulando las “actuaciones” de infinidad de ellos. Esas “almas”, que de eso se trata, habrán completado la faena en la 3D y estarán listas para ir reemprendiendo el camino de vuelta a Casa.
         Otra analogía del alma la podemos encontrar en las pruebas de atletismo denominadas carreras de relevo por equipos donde cada miembro tras correr determinada distancia pasa al siguiente corredor un “testigo” o “testimonio” que es una barra de metal o madera cilíndrica de unos 30 cm de longitud que así va pasando de mano en mano hasta el final de la carrera, Así este “testigo”, al igual que el alma, habrá pasado en su “carrera” 3D por las manos de múltiples corredores que lo portaban consigo.

Ricardo
Puerto Deseado, Santa Cruz, Argentina   -    9 de setiembre de 2013


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