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lunes, 1 de abril de 2013

Jugando con ideas 27

Jugando con ideas 27

Tema:   LA CUESTION DE LA DUALIDAD

Como en todas las cosas siempre hay varias posiciones encontradas:
1.     El llamado Monismo que sostiene que el universo está compuesto por una sola sustancia, idea expresada en el Kybalión (ver JCI 20) que afirma que todo lo existente parte de un único principio generador.
2.     El Dualismo, por el contrario sostiene que el universo deriva de dos principios que son al mismo tiempo antagónicos y complementarios y que en la antigua cultura china son conocidos como Yin y Yang.
3.     Y por último está el Pluralismo que afirma que el universo como tal responde a la existencia de varios principios que, a mi modo de ver, se sustenta en subsiguientes niveles de desagregación (universo desplegado).
Lo primero que hay que decir es que todas las posiciones son ciertas en sí mismas dependiendo de en qué punto comenzamos nuestro razonamiento. Estas tres doctrinas pueden considerarse como mapas o matrices para el análisis de la realidad interrelacionándolas como mapas transparentes superpuestos. Con este método tal vez sería posible explicar el funcionamiento global de mundos, dimensiones y ciclos en su eterno devenir.
El análisis Monístico por separado, a mi modo de ver, no es aplicable al mundo de la manifestación ya que pertenece a un orden anterior o pre-universo al que Chopra designa como universo apagado que se conoce como la Nada que es el Todo vuelto virtualidad al final de un Gran Ciclo. Así las cosas sólo nos quedarían las dos matrices restantes para explicar el universo al que pertenecemos como seres manifestados.
Los ejemplos son infinitos; sólo bastan algunos para fundamentar lo que decimos.
1.     En las ciencias naturales se hacen posibles las clasificaciones taxonómicas en los reinos mineral, vegetal y animal además de definir agrupaciones de pertenencia que comparten características comunes.
2.     La luz es un ejemplo clásico de dualidad onda-partícula. Se dice que para aproximarse a la comprensión de esta idea basta con imaginarse una ola acercándose a la costa como si fuera una onda que al deshacerse contra los acantilados se convierte en miles de  partículas de agua.
3.     Las religiones que se fundamentan básicamente en los contrastes entre el Bien y el Mal de los cuales derivan sus juicios de valores morales no exentos de subjetividad.
4.     En las cosmovisiones andinas se toma a la dualidad como el principio generador del universo el cual, según Llamazares, “se organiza siguiendo las pautas de la división en mitades, cuartos y sus sucesivas subdivisiones”. Es más, toda dualidad es considerada complementaria ya que no puede existir lo singular per se si no se define por la existencia del otro.
5.     Para los aztecas, Dios es la dualidad universal tiempo-espacio creadora de todas las dualidades de la naturaleza y para los mayas la dualidad es el eje de todas las experiencias humanas resultado de la interacción entre necesidades y satisfacción cuyo objetivo es lograr el equilibrio de ambas polaridades en todos los órdenes de la vida que en última instancia derivan del par Luz y Oscuridad.
En fin, con los ejemplos dados no creo que sea necesario abundar mucho más para darnos cuenta que estamos “hasta las manos” metidos en la dualidad y su secuencia pluralista. Pero sigamos un poco más para redondear el concepto y llegar a la conclusión final.
“Ser o no Ser esa es la cuestión” como hace decir Shakespeare a Hamlet en su famoso soliloquio en el que expresa sus dudas y juicios morales y éticos, dilema básico que es parte de nuestra propia naturaleza interior. Pero se me ocurre otra expresión: “Ser y no ser” que seguramente el gran escritor no debía desconocer dados sus conocimientos de las ciencias ocultas. “Ser y no ser” deja entrever la existencia de ciclos asociados con el mito del “eterno retorno”.
Pero este “retorno” no es circular donde siempre se llega al mismo punto de partida como le ocurre al personaje de la película “Día de la marmota” donde cada mañana despierta en el mismo día del mes viviendo una y otra vez los mismos acontecimientos del día anterior en un eterno ciclo donde, para peor, el personaje es consciente de la situación. Según Hancock “lo mismo es cierto en el sentido cósmico (donde) algunas personas creen que el universo está atrapado en un ciclo eterno de repeticiones”
Pero por suerte el “eterno retorno” como idea de circularidad es falso ya que el “retorno” es espiralado; es decir que regresa al mismo espacio-tiempo pero en una octava diferente (p.e. ninguna primavera es igual a la anterior). Con la fórmula “Ser y no ser” la conciencia ampliada comprende por fin la mega evolución cíclica del universo y el sentido último de la dualidad primordial.
El mundo fenoménico representado por el Todo al que da inicio la dualidad es finito ya  que todo lo que nace, crece, decae y finalmente muere desapareciendo en la Nada (existencia negativa de no ser) que es pura virtualidad y ella también es finita. En cambio “Ser Todo” y luego “Ser Nada” habla de estados cíclicos que se suceden en eones de tiempo. Lo verdaderamente infinito y eterno es entonces el Gran Ciclo de ambas mega polaridades.
Llegados a este punto podemos decir que las tres matrices representadas por el Monismo, el Dualismo y el Pluralismo nos procuran un análisis tanto desde lo racional como de lo intuitivo, conformando un mapa general armónico que  nos acerca una explicación preliminar de  la estructura y funcionamiento del cosmos en todas sus modalidades.

Ricardo

Puerto Deseado, Santa Cruz, Argentina. 1 de abril de 2013