Vistas de página en total

domingo, 10 de julio de 2011

Jugando con ideas 17

Jugando con ideas 17

Tema: El regreso a la Base

Estas breves anotaciones son una suerte de adenda a JCI 16 y tienen la finalidad de precisar algunas ideas que creo complementan un poco más el tema anterior sobre el ego.

Primero, ¿qué quiero significar con la palabra “base”? Fundamentalmente doy ese nombre al ámbito o mundo donde viven las almas desacopladas de sus antiguos cuerpos densos.

Y desde una óptica humana y terrenal podríamos preguntarnos ¿qué hacen las almas en su mundo, cuál es su actividad “diaria” si la tienen, o acaso flotan a la deriva totalmente pasivas?

En lo personal visualizo a la Base como un mundo o "laboratorio" de metabolización, de asimilación de experiencias acumuladas en la tridimensionalidad donde las almas estuvieron ancladas viviendo en cuerpos moleculares.

Considero a la reencarnación como la llegada de un explorador a un territorio más denso como es la tierra en su versión 3D con el fin de investigar un espacio y tiempo histórico y experimentar en él distintas esferas de conciencia en una familia, país, etnía y como ser humano en busca de su evolución espiritual.

Es en este territorio donde el alma acumula datos, información y experiencias a través de los sentidos físicos del cuerpo denso e interactua en función de ellos.

Finalizada la recolección el explorador, más temprano o más tarde, regresa por enésima vez a la Base con su mochila repleta de experiencias. Y es aquí, en esta suerte de "laboratorio", donde procede a estudiar, analizar, discutir con otras almas y sacar conclusiones de sus experiencias todo lo cual le sirve para internalizarlas (metabolizarlas) y, con base en ellas en última instancia, evolucionar acortando distancias, o no, con su Yo Superior o Cuerpo Causal.

Lo que ya no podrá hacer el alma en la Base es tomar nuevos datos o experimentar el mundo denso. Es en este punto donde comienza a anhelar nuevas experiencias que le ayuden en su evolución espiritual y para lograrlo  sabe que debe experimentar in situ la 3D. Y es entonces cuando el alma toma la decisión de organizar una nueva expedición a los territorios densos.

Y es así, que, como astronauta, se calza su nuevo "traje" de cinco envolturas y aparece entre nosotros como un nuevo bebé. El viaje ida y vuelta utiliza un mismo medio de transporte que sólo se distingue por su rango de densidad entre los extremos. A la Tierra llega a través de un canal físico y a la Base vuelve por medio del mismo canal pero en su versión etérica conocido popularmente como "el túnel con una luz al final".

Vemos, en este último aspecto, que los viajes del alma responden al mismo esquema general al que están sujetos los universos en su evolución.

Ricardo
Dodecaedro Atlante