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lunes, 21 de mayo de 2012

Jugando con ideas 23


Jugando con ideas  23
Tema:  Las ventajas de nacer como bebé
       
        La venida de un nuevo ser a este mundo denso debe cumplir con una serie de requisitos que garanticen que el alma encarnante realice una transición automática hacia una banda de frecuencias menor que se corresponda con lo que llamamos el mundo físico.
        Este pasaje de una frecuencia más alta a otra inferior pone en “stand by” la memoria y recuerdos del alma, tanto con relación al “lugar” donde residía (1) como con respecto a sus vidas pasadas.
        Como todo explorador que llega a un territorio desconocido y hostil debe ser asistido por otros experimentados exploradores que le precedieron en el tiempo y que lo irán asistiendo y guiando hasta que pueda valerse por sus propios medios.
        Esta verdadera red de resguardo está formada, en  primera línea, por una familia con madre, padre, hermanos, tíos y abuelos. A este ámbito de contención, se concatenan el entorno físico y social en el cual el bebé inicia su educación, comenzando por el aprendizaje de los signos fonéticos del idioma y, más tarde, lo signos gráficos que traducen el habla en escritura.
        Lo de llegar a este mundo con la mente en blanco cuando menos se justifica en el aprendizaje del habla en la que el bebé aprende sin preguntas porque aún no percibe dualidades (sería como una mente zen). La etapa de los “por qué” vendrá gradualmente a medida que su ego se va formando y el niño adquiere finalmente plena conciencia de sí mismo (2).
        Así pues, en ese contexto ideal el bebé con su mente en blanco es arropado, alimentado, curado y educado mientras crece física y psicológicamente pasando en el interín por los estadios de niño, adolescente y. por fin, adulto listo y equipado con saberes para actuar en el mundo como un ego autónomo.
        Pero qué pasaría si un alma quisiera saltarse esta etapa de crecimiento físico, intelectual y emocional que es siempre gradual y decidiera “venir al mundo” al estilo de Arnold Schwarzenegger en The Terminator cayendo literalmente de la nada, desnudo, en medio de la calle. Pueden ocurrir varias cosas:
        1°) – Si se cumpliera la ley del olvido (mente en blanco) su cerebro adulto estaría sin escribirse al igual que el de un bebé recién nacido. En el mejor de los casos podría ser considerado como una persona con amnesia total sin el don del habla y carente de símbolos de comunicación. Sería un auténtico zombi dimensional digno de estudios científicos y huésped permanente de alguna institución psiquiátrica.
        2°) – Si mantuviera la memoria de su última encarnación por caso de quinientos o mil años atrás, se encontraría como “sapo de otro pozo” en un mundo que no comprendería e interactuando con ideas de otras épocas y, muy probablemente hablando otro idioma o una forma arcaica de nuestro propio idioma. Para nosotros sería como un auténtico viajero del tiempo.
        3°) – En el mejor de los casos si “nace” con la visión y pleno conocimiento de nuestra historia: aún así tendría el inconveniente de no poder dar cuenta de procedencia geográfica y genealogía aunque la podría inventar para finalmente mimetizarse en la sociedad. Lo que nunca podría hacer es decir la verdad sobre su origen atípico a riesgo de que se lo tome por fantasioso o delirante. Sería un habitante sin lazos previos con nadie, más allá de los que él pudiera ir creando, por ejemplo formando su propia familia. Pero, en el fondo, deberá guardar su gran secreto como si fuera un auténtico extraterrestre.
        Ante todos estos inconvenientes lo mejor es nacer como bebé.

(1)       La transferencia plena del alma al cuerpo físico es gradual según el bebé se va formando en el seno materno.
(2)       Douglas R. Hofstadter en Yo soy un extraño bucle dice que

“…la formación de  la identidad humana no es tan automática  genéticamente  predeterminada. Para
bien o para mal, los humanos venimos al mundo
sólo con pequeños indicios de aquello en lo que se
convertirán nuestros sistemas perceptuales a medi-
da que interaccionemos con ese mundo a lo largo
de décadas… “
Hofstadter  grafica  la formación de un “yo” con un punto del  cual parte una línea en flecha que va describiendo una curva en bucle que termina apun-
tando al propio punto de origen con el significado de
 que por fin el pensador se piensa a si mismo.
...”ese primer y diminuto destello de autorrepresen-
tación fue el germen de la conciencia y el “yo”; pe-
ro constituye aún un gran misterio.”

(3)        Según algunos creen, con el devenir de la humanidad sería posible que, antes de la concepción, los futuros padres podrán contactarse con las almas que quieren rencarnarse para conocer por anticipado el plan de experiencias que cada una ha preparado para vivir en su nuevo reingreso  en el mundo físico;  de ese modo sería posible que los futuros padres puedan evaluar si ellos son los canales mas adecuados para que ese plan se cumplan lo mejor posible.  Recién entonces una de esas almas  podrá convertirse en “su bebé”.

Ricardo
20 de mayo de 2012
www.jugandoconideas_dodecaedroatlante.blogspot.com