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lunes, 23 de septiembre de 2013

Jugando con ideas 30

Jugando con ideas 30


Dispersión del concepto alma
y
Teoría sobre su origen
I
         Luego de proponer la definición y misión del alma y las  analogías que me parecieron más pertinentes en  JCI 29, ahora quisiera avanzar ampliando el panorama alrededor de ella antes de terciar en el debate sobre su origen pretendidamente materialista por un lado o espiritual por el otro.
         Si vamos a la arquitectura veremos que las vigas que sostienen un edificio llevan por dentro unas varillas corrugadas que se llaman “alma”. Igual denominación tienen las que forman el entramado dentro del cemento de los techos.   
En los instrumentos musicales de cuerda se le dice “alma” a la varilla que corre por debajo del puente que soporta la tensión de las cuerdas.
         Para hacer un muñeco de nieve primero hay que compactar un puñado de nieve entre las manos y luego rodarlo sobre la nieve blanda circundante hasta que se forme una bola del tamaño deseado. Ese centro de diferente consistencia es el “alma” de la bola de nieve.  La propia Tierra está formada alrededor de un centro metálico que bien podríamos llamar “alma”.
De todos estos ejemplos podemos hacer una generalización diciendo que toda forma, sea del orden que sea, se estructura alrededor de un “alma” o centro de carácter centrípeto.

II
Una pregunta: ¿Las almas tienen género?. Obviamente no. No hace falta aclarar que el género es del cuerpo en que encarnan temporalmente, que para ellas es una experiencia que sólo pueden tener en el mundo tridimensional. No hay otra manera.
Cuando un alma se desprende de un cuerpo físico trasciende el plano 3D hacia otras dimensiones a fin de metabolizar su última experiencia corpórea y prepararse eventualmente para una nueva re encarnación. En esa situación la comunicación con las almas encarnadas que permanecen en la 3D se da por el método conocido como canalización.
¿Existen otras formas de que las almas establezcan contacto con los que aún viven de este lado del velo?
En la “Décima Revelación” de James Redfield se plantea que “existe lo que se llama la “Otra Vida” y “Esta Vida” y que entre ambas buscan establecer la cultura espiritual   en la 3D. Este plan conjunto necesita tener canales de comunicación cada vez más fáciles mediante la sutilización constante del velo que ahora las separa.  Este será el objetivo del Tercer milenio.
Desde la ciencia ficción también se especula sobre el tema del alma. En la saga de Viaje a las Estrellas,   la serie Deep Space Nine  (Espacio Profundo Nueve) sitúa la acción en el borde del universo donde existe una estación espacial (una especie de posta) que controla un agujero de gusano que da acceso al cuadrante Gamma (un universo paralelo). En esa lejana región fronteriza existen mundos planetarios poblados de diferentes razas de humanoides (algunos físicamente iguales a los terráqueos).
Una de esas razas, los Trill tienen la particularidad de que sus almas son órganos físicos situados dentro del pecho junto al corazón. Al morir un individuo de esa raza su alma, al ser un órgano físico está destinada a degradarse junto con el resto del cuerpo. Para que ello no ocurra sobre todo si el alma perteneció a un gran científico, artista o pensador del cual se necesita preservar operativamente sus conocimientos, se recurre a un voluntario que acepta albergar, mediante trasplante, una de dichas almas que toman el nombre de simbionte pues desde ese momento interactúa con su receptor como una segunda alma participando activamente en conversaciones y opiniones comunicándose con la voz de aquel.
Hay voluntarios  albergantes que  contienen hasta siete almas trasplantadas, muchas de las cuales, a su vez, cuando tenían sus propios cuerpos albergaron otras almas cuyos conocimientos están transferidos ahora en su propia alma.  Dado este esquema todo trill viviente es un multi canalizador.
¿Se imaginan tener dentro nuestro el alma de Einstein, el cual tuviera a su vez la de Leonardo da Vinci y este la de Platón, etc., etc., Esta ramificaciones hacia el pasado teóricamente harían que todas las almas se expresaran a través de sólo una (la actual). Esto no está lejos de aquello de que todos somos Uno que es lo mismo que tener consciencia de unidad.


III
Volviendo de la ciencia ficción a nuestra propia realidad queda una pregunta: ¿Cómo se “construye un alma?  Básicamente hay dos hipótesis:
1. Que las almas ya son tal cual desde el origen del universo.
2. Que las almas como todo en un universo dual están sujetas a la  evolución, es decir, al tiempo.
         La primera de las hipótesis creo que debería descartarse ya que de ser cierta tendría una redundancia solapada en su formulación. Salir de un Olimpo perfecto en busca de experiencias cuando ya se está en el Hogar no tiene sentido como así tampoco la existencia de un universo  perfecto desde el vamos.
         En cambio la segunda hipótesis es más lógica en tanto que un universo evolucionante en todas y cada una de sus partes, incluidas las almas (o proto almas), tiene un propósito, una meta, un objetivo.
         Probar o disprobar esta segunda hipótesis nos  lleva a otra cuestión dual.
         a) – todo en el universo es materia
         b) – A ese concepto se opone, según los propios materialistas, un mundo “mágico” donde lo que se ve deviene de lo que no se ve.
         Las dos posturas son planteadas por Douglas R.. Hofstadter en su libro “Yo soy un extraño bucle” donde afirma, sin más vueltas,  que la consciencia tiene raíces físicas y que ésta “es como un espejo que se percibe a sí mismo”. De allí lo de bucle, como algo que en un momento gira sobre si y ve su punto de partida y se dice: - ¡ah ese soy yo!. (Que Hofstadter llama indistintamente “yo”, “ego”, “alma” o “consciencia”). El autor sostiene que de la combinación de símbolos sin significado en niveles de procesos básicos como p.e. partículas, y neuronas  hasta estructuras cada vez más complejas que, por síntesis, van creando símbolos cada vez más significativos hasta que de pronto aparece uno que es autorreferente (bucle) que toma consciencia de sí mismo. ¡Y todo este proceso evolucionando desde la más estricta materialidad!
         Sin embargo, casi al final del libro plantea en dos párrafos lo contradictorio del tema:
         1 – “Este es el verdadero dilema. O admitimos la existencia de un alma inmaterial ajena a las leyes de la física, lo que nos lleva a creencias mágicas más allá de la ciencia, o
2 - Rechazamos la idea, en cuyo caso persiste la eterna pregunta: Qué es lo que convierte en yo a una estructura física?
Para mí no hay contradicción entre ambas posturas si admitimos que en el momento de manifestarse el Todo tras el big bang inicial surge una figura geométrica básica conocida como  “fractal primordial” que es la  conexión entre   Vacío y Todo y cuya multiplicación origina lo que conocemos como caos. Sin embargo todo este proceso de fractalización (Ver  Benoît Mandelbrot), produce  el ADN para todos los órdenes futuros de  la naturaleza el cual contiene lo que será la evolución tanto de las partes como del conjunto.
Por eso, lo “mágico” inmaterial de la espiritualidad contiene toda la energía genética que, luego de eones, se va condensando en formas de densidad creciente hasta formalizarse en nuestro reino tridimensional. Los científicos que tratan de explicarlo todo desde la evolución de estructuras materiales hasta “descubrir” la existencia de un yo, ego, alma, etc.,  lo único que hacen  es utilizar una energía primordial que lleva en su seno el ADN de la evolución futura  que  va desplegando esa información en grados de densidad creciente hasta conformar entes con consciencia de sí mismos. Más que contradicción lo que hay es complementariedad entre ambas posturas y, en última instancia, ni siquiera eso, simplemente un continuo segmentado artificialmente por la ciencia a la cual sólo le falta incorporar en sus laboratorios la variable “mágica” para cerrar la brecha.
“Pienso, luego existo” es una formulación propia del yo o ego a través de la actividad de la mente que se expresa por el cerebro;  esto es lo que hacemos cotidianamente desde la comodidad tridimensional donde vivimos.
“Intuiciono, luego Soy” es una función de nuestro “segundo cerebro”: el corazón. Aquí no hay pensamientos sino sólo silencio donde las cosas pasan sin análisis y nuestra guía es la intuición. Esto es como vaciar la pesada mochila llena de pensamientos que arrastramos desde el pasado y  sentirnos felices  flotando por el borde externo de la 3D. Y ahí es posible que nos demos cuenta como en un flash que somos un alma que tiene un cuerpo y no al revés. Un experimento interesante es jugar, por un día, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, que tenemos un cuerpo. Por ese día en vez de decir “mi alma” funcionemos con la noción de decir “mi cuerpo”. Yo alma decido.

Ricardo
Puerto Deseado, Santa Cruz, Argentina.  Setiembre, 22 de 2013.


lunes, 9 de septiembre de 2013

Jugando con ideas 29

Jugando con ideas 29

Las analogías del Alma


Definiciones y misión

En un tema anterior titulado “¿Es posible existir sin dos cuerpos?”  (JCI 14) dábamos un respuesta positiva y decíamos que la trilogía compuesta por los cuerpos emocional, mental y causal que sobreviven a la muerte de los cuerpos físico y etérico constituyen en su conjunto lo que llamamos Alma.
         Dicho esto, ¿cómo podemos definir el alma? A mi parecer habría que hacerlo a partir de la función que cumple concretamente desde la tercera y cuarta dimensión a la que estamos habituados.
         Sea cual sea su origen y su destino final, un punto de arranque sería verla como una unidad de almacenamiento o banco de memoria. De modo sencillo: el Alma está destinada a reunir toda la información que se va produciendo desde que se ancla en un nuevo cuerpo (reencarnación o nacimiento) hasta su salida del mismo (muerte). La recolección abarca desde lo meramente instintivo, pasando por los deseos, emociones, sentimientos, pensamientos racionales y abstractos, intuiciones y eventuales iluminaciones y sin dejar de lado toda clase de acciones incluyendo imágenes y sonidos reales o meramente representados en la imaginación. (nótese que en nuestra 3D la palabra “alma” precede a palabras que denotan espacios de reunión como p.e. “almácigo “o “almacén”).

         La misión de un alma es la de autocompletarse en experiencias en densidades crecientes. Una vez ocurrido esto estará en condiciones de reiniciar el camino de vuelta al Hogar, Esta es una oportunidad para resignificar el pasado con una comprensión más sutil de los hechos y acciones vividos. Es como si con la experiencia que dan los años rememoráramos nuestras vivencias juveniles dándoles un nuevo significado teñido de una cierta comprensión más benevolente.
Analogías

         Un tema arduo y abierto a la discusión es determinar a ciencia cierta cómo se imbrica el alma en un cuerpo físico. A mi modo de ver en el proceso de reencarnación emitiría líneas de fuerza a modo de “tentáculos energéticos” hacia distintos puntos del cuerpo donde se originarán los centros energéticos llamados chakras cuya función sería la de proveer de energía al nuevo cuerpo y, a la vez, comenzar a trasegar la información que se vaya produciendo. Tal vez el Ajña chakra en el entrecejo sea el punto de contacto donde se manifieste la consciencia del yo  que tan a menudo se desmadra asumiéndose como si fuera la propia alma.
         La primer analogía del alma a mi entender es ese pequeño objeto electrónico cuyo uso y función todos conocemos y que, curiosamente, en algunos países de Centroamérica se lo conoce como “llave maya” en alusión a su parecido con el típico colgante de piedra que solían usar los mayas y que recuerda, por forma y tamaño, a nuestro conocido pen drive.

         Pues bien, esta “llave maya”, pen drive, lápiz USB, mini disco duro, flash USB, unidad de memoria, pen disk, etc, resulta que al conectarse al puerto USB de la PC, ya está en condiciones de transferir o grabar información. El punto de contacto entre el pen drive y la PC (puerto USB) sería la analogía del yo.
         A partir de estas ideas se podrían armar algunos juegos de roles muy interesantes para explicar el funcionamiento del alma.
         Supongamos que sobre un escenario se desarrolla una obra de teatro donde cada actor y actriz lleva pendiente de su cuello un “alma”. Según el fluir de la obra, en un momento dado, uno de los personajes termina su parlamento y sale de escena (se muere) y, al hacerlo, entrega su colgante al siguiente personaje que entre (nace) y así sucesivamente harán los demás personajes a su debido tiempo. Es una obra cuya representación no tiene fin porque es la vida misma que se renueva constantemente.
         Así las cosas y con el paso del tiempo, los colgantes habrán pasado por tantos personajes acumulando las “actuaciones” de infinidad de ellos. Esas “almas”, que de eso se trata, habrán completado la faena en la 3D y estarán listas para ir reemprendiendo el camino de vuelta a Casa.
         Otra analogía del alma la podemos encontrar en las pruebas de atletismo denominadas carreras de relevo por equipos donde cada miembro tras correr determinada distancia pasa al siguiente corredor un “testigo” o “testimonio” que es una barra de metal o madera cilíndrica de unos 30 cm de longitud que así va pasando de mano en mano hasta el final de la carrera, Así este “testigo”, al igual que el alma, habrá pasado en su “carrera” 3D por las manos de múltiples corredores que lo portaban consigo.

Ricardo
Puerto Deseado, Santa Cruz, Argentina   -    9 de setiembre de 2013