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miércoles, 12 de diciembre de 2012

Jugando con ideas 26


Jugando con ideas 26

Tema: Más consideraciones sobre el tiempo

El tiempo fluye o qué?
   Primero dos preguntas:
   1) ¿El tiempo es inmóvil?
   2) ¡El tiempo tiene movimiento?

   Dejando de lado por ahora la discusión de qué es el tiempo, veamos las dos situaciones planteadas.
   1.- Si el tiempo es inmóvil,entonces somos nosotros los que discurrimos a lo largo del mismo. Pongamos como ejemplo nuestra forma de escribir y leer de izquierda a derecha. En este caso a medida que nos desplazamos por el renglón hacia la derecha el pasado va quedando a la izquierda como lo que ya ha sido escrito o leído. Lo por venir será lo aún no escrito o no leído estará a la derecha. Además en donde estemos en cada momento del proceso de escribir o leer es un presente dinámico que se actualiza de instante en instante. En otras culturas lo expresado aquí es también válido sea que escriban y lean de arriba abajo o viceversa o de derecha a izquierda.
   2.- En el caso del tiempo en movimiento nosotros somos el presente inmóvil, como alguien que mira a través de una pequeña ventana y ve pasar sucesos de izquierda a derecha. Ahora lo que aparece desde la izquierda ya no es el pasado como en el caso anterior sino nuestro futuro que se vuelve presente cuando tomamos conocimiento de él al pasar por el punto de mira de la ventana. Al salir por la derecha lo que hemos percibido se transforma en pasado. Más claramente, lo que viene hacia nosotros es el futuro y lo que se aleja es ep pasado.

   En "Jugando con ideas 3" se planteaba que podían existir infinitos presentes en estado potencial menos uno que es nuestro presente actual. En este esquema ¿dónde quedan el pasado y el futuro? En JCI 3 se analizaban varias posibilidades que no son más que operaciones mentales o psicológicas realizadas a partir del presente.

   Mucho antes de todo esto, en 1990, reuní una serie de reflexiones que había acumulado a través de los años en un documento que titule "Enigmas del tiempo y espacio". Ese primer documento fue tipeado con máquina de escribir y luego actualizado con las nuevas tecnologías de la computación en 2008. Este documento lo agrego ahora como archivo adjunto.

   Por último queda por hacer algunas consideraciones sobre el "najt" nuestro espacio-tiempo. Siendo el el tiempo la cuarta dimensión del espacio, cabe preguntarse qué es esaa elusiva dimensión.

   Hoy por hoy la veo como una función asociada al espacio; una especie de marcador de los cambios que se suceden al interir del espacio-materia que da cuenta de las diferencias objetivamente perceptibles de estadios evolutivos respecto de un mismo suceso.

Ricardo
12 de diciembre de 2012

domingo, 21 de octubre de 2012

Jugando con ideas 25


Jugando con ideas  25

Tema:   ¿EL UNIVERSO TIENE SUBCONSCIENTE?
En el Principio el campo de la Pura Conciencia se replicó a sí mismo como Mente Universal la cual devino en la energía operativa con capacidad de densificarse para construir nuestro universo-materia.
La Pura Conciencia y la Mente constituyeron la primera dualidad en el más alto nivel; y la dualidad es la condición necesaria de toda manifestación que podemos sintetizar con  el símbolo primordial del Yin y el Yang.
Así, para que algo sea perceptible, se necesita destacarlo o contrastarlo sobre un fondo de condición opuesta. Y en esto esta claro que habrá gradaciones.
Si llevamos estas disquisiciones a toda forma de vida, el gradiente de  percepción va desde el yo-ego más  rudimentario hasta el Yo-Espíritu más excelso lo que marca la diferencia entre el puro instinto de supervivencia que es el punto de conciencia más básica o “conciencia bacteriana” y la conciencia sin límites de los seres iluminados. En el mundo de la manifestación, la conciencia fluctúa entre esos dos extremos.
De lo dicho podríamos inferir que la conciencia como tal es una sola pero que en su manifestación en el mundo fenoménico opera como si estuviera dividida. Una parte sería la mente externa donde campea el yo-ego mientras que la otra parte sería la mente profunda que llamamos subconsciente que no es perceptible para la mente externa; idea que podemos simbolizar en la imagen de un iceberg .
Remitiéndonos a esta imagen podemos decir que las dos mentes trabajan en conjunto. La conciencia profunda tiene como objetivo manifestarse por sobre la superficie ampliando así el horizonte de la conciencia externa.
Llegados a este punto podemos señalar que al subconsciente lo podríamos llamar diciendo que es nuestro otro yo o el niño interior entre otras denominaciones. Sin embargo parece que no  todo son rosas. Este ámbito profundo así como contiene las luces más brillantes, también es receptáculo de todas las sombras que nos atormentan. La única forma de transformarlas en luces amigables es mediante la interacción entre las dos mentes donde la responsabilidad recae sobre nuestra mente externa como directora de programación.
Este esquema dual lo podemos elevar a la categoría general operante en todos los sistemas y subsistemas  en que se organizan los distintos reinos de la naturaleza incluidas nuestra propia organización social y sus creaciones tecnológicas. Así, si tomamos como ejemplo a una familia, nos encontramos que siempre hay una parte externa de cara a la sociedad y otra puertas adentro que aquella no ve. Esta dicotomía entre externo e interno es inherente también a toda clase de organizaciones. Si analizamos el reino vegetal veríamos p.e. a un árbol o a un bosque pero no veremos a las raíces ocultas que le dan sustento y vida. Si vamos al mundo de la tecnología ésta tampoco escapa a esta dualidad externa-interna. Ni siquiera internet puede eludir a este principio general porque también ella tiene “subconsciente” que está por debajo de la Internet  Superficial que es la que normalmente todos utilizamos. Pero la parte oculta no accesible, en primera instancia, a los motores de búsqueda comunes es la que se conoce como Internet Profunda o invisible. Es la Deep Web que contiene el 95 % de toda la información. Piénsese en la imagen del iceberg.  En el terreno de la biología el propio ADN no sería operativo si no fuera por el ARN. Podríamos decir que el ADN es a la Conciencia Pura como el ARN es a la Mente Universal.
Y ahora la pregunta del millón: ¿el TODO ES MENTE tendrá subconsciente?. A estas alturas a mi se me hace evidente que sí. El Subconsciente del Todo sería la NADA entendida como pura virtualidad. Es el campo de la Conciencia Pura que devendrá –sin dejar de ser lo que es- en Gran Mente Universal (Todo es Mente) para iniciar un nuevo ciclo de manifestación. La Nada es el soporte eterno de los sucesivos Todo es Mente conformando así la dualidad primordial simbolizada en el Yin y en Yang. De ahí en más la dualidad construirá todo lo existente en el mundo fenoménico visible o invisible a nuestra percepción corriente hasta que, obedeciendo a la ley de ciclos, se reabsorberá en el eterno centro de la Conciencia Pura que soñará  nuevos universos.
Con esta clave in mente podemos jugar a encontrar dualidades en todo lo que se nos ocurra. Todo tiene su parte visible, externa, consciente en el campo de actuación del yo-ego, el cual se sostiene e interactúa con su contraparte subconsciente que es el campo del Yo-Espíritu (el “Subconsciente” del yo-ego).

Ricardo
Puerto Deseado, Santa Cruz, Argentina. 20 de octubre de 2012







domingo, 12 de agosto de 2012

Jugando con ideas 24


Jugando con ideas  24

Tema:   La Gran Tejedora

Desde la física cuántica se habla de Campos Unificados; desde la metafísica de Pura Conciencia que deviene constantemente en Mente Universal. En este punto es donde Hermes Trismegisto establece el principio de que todo es Mente.

Dicho así, la Creación como tal, es un conjunto de universos y multiversos dimensionales que se corresponden con toda la gama de bandas de frecuencias vibratorias, que internamente conforman estructuras coherentes en sí mismas. Estas estructuras así delineadas permiten el desenvolvimiento de formas de vidas específicas para cada tipo de banda.

Pero aquí hay un detalle que resaltar: La multi manifestación de la vida  como obras de la Mente que funge como materia prima está afectada por la Ley de Ciclos y, por tanto, la propia Mente es impermanente.

La eternidad que le atribuimos a la Mente Universal es, en todo caso una “eternidad acotada” si es que pudiera llamarse así a la duración de cada universo. Pero lo verdaderamente sin fin es la repetición eterna de los ciclos de manifestación que se alternan con los de no-manifestación donde la Mente Universal deja de ser materia prima de la Creación.

Luego de eones la Conciencia Pura anidada en la Absoluta Nada deviene  por enésima vez en Mente Universal, es decir, en materia prima para construir nuevos universos. Por eso podemos decir de ella que es la Gran Tejedora que jugará con nuevos diseños de vida en cada nuevo ciclo de manifestación.

Es posible que el símbolo del Yin y el Yang sea uno de los mejores ejemplos de la Tejedora de todas las cosas. El punto negro es la “aguja” que teje con luz y el punto blanco es la “aguja” que teje con no-luz. O como dice Mario Satz en Qué es la Cábala  “…el mundo es creado en series de opuestos por dos clases de fuegos: negro y blanco”.

Volviendo a la Ley de Ciclos, si bien puede presumirse que haya habido un Gran Primer Comienzo General y, por deducción, también habrá un Gran Pralaya Final General, es posible pensar que eso no significaría el fin del fin sino que esos dos extremos deberían ser parte de otro Gran Ciclo Mayor.

Pero lo cierto es que hoy por hoy la manifestación de la que somos parte es un concierto de universos en distintas etapas de evolución comportándose como pompas de jabón, donde mientras una crecen y se expanden, otras involucionan y desaparecen para volver a nacer en otro lado. La pregunta sería: ¿Quién sueña, crea y dirige esta gran sinfonía universal?


Ricardo

Puerto Deseado, Santa Cruz, Argentina. 12 de agosto de 2012
www.jugandoconideas-dodecaedroatlante.blogspot.com

lunes, 21 de mayo de 2012

Jugando con ideas 23


Jugando con ideas  23
Tema:  Las ventajas de nacer como bebé
       
        La venida de un nuevo ser a este mundo denso debe cumplir con una serie de requisitos que garanticen que el alma encarnante realice una transición automática hacia una banda de frecuencias menor que se corresponda con lo que llamamos el mundo físico.
        Este pasaje de una frecuencia más alta a otra inferior pone en “stand by” la memoria y recuerdos del alma, tanto con relación al “lugar” donde residía (1) como con respecto a sus vidas pasadas.
        Como todo explorador que llega a un territorio desconocido y hostil debe ser asistido por otros experimentados exploradores que le precedieron en el tiempo y que lo irán asistiendo y guiando hasta que pueda valerse por sus propios medios.
        Esta verdadera red de resguardo está formada, en  primera línea, por una familia con madre, padre, hermanos, tíos y abuelos. A este ámbito de contención, se concatenan el entorno físico y social en el cual el bebé inicia su educación, comenzando por el aprendizaje de los signos fonéticos del idioma y, más tarde, lo signos gráficos que traducen el habla en escritura.
        Lo de llegar a este mundo con la mente en blanco cuando menos se justifica en el aprendizaje del habla en la que el bebé aprende sin preguntas porque aún no percibe dualidades (sería como una mente zen). La etapa de los “por qué” vendrá gradualmente a medida que su ego se va formando y el niño adquiere finalmente plena conciencia de sí mismo (2).
        Así pues, en ese contexto ideal el bebé con su mente en blanco es arropado, alimentado, curado y educado mientras crece física y psicológicamente pasando en el interín por los estadios de niño, adolescente y. por fin, adulto listo y equipado con saberes para actuar en el mundo como un ego autónomo.
        Pero qué pasaría si un alma quisiera saltarse esta etapa de crecimiento físico, intelectual y emocional que es siempre gradual y decidiera “venir al mundo” al estilo de Arnold Schwarzenegger en The Terminator cayendo literalmente de la nada, desnudo, en medio de la calle. Pueden ocurrir varias cosas:
        1°) – Si se cumpliera la ley del olvido (mente en blanco) su cerebro adulto estaría sin escribirse al igual que el de un bebé recién nacido. En el mejor de los casos podría ser considerado como una persona con amnesia total sin el don del habla y carente de símbolos de comunicación. Sería un auténtico zombi dimensional digno de estudios científicos y huésped permanente de alguna institución psiquiátrica.
        2°) – Si mantuviera la memoria de su última encarnación por caso de quinientos o mil años atrás, se encontraría como “sapo de otro pozo” en un mundo que no comprendería e interactuando con ideas de otras épocas y, muy probablemente hablando otro idioma o una forma arcaica de nuestro propio idioma. Para nosotros sería como un auténtico viajero del tiempo.
        3°) – En el mejor de los casos si “nace” con la visión y pleno conocimiento de nuestra historia: aún así tendría el inconveniente de no poder dar cuenta de procedencia geográfica y genealogía aunque la podría inventar para finalmente mimetizarse en la sociedad. Lo que nunca podría hacer es decir la verdad sobre su origen atípico a riesgo de que se lo tome por fantasioso o delirante. Sería un habitante sin lazos previos con nadie, más allá de los que él pudiera ir creando, por ejemplo formando su propia familia. Pero, en el fondo, deberá guardar su gran secreto como si fuera un auténtico extraterrestre.
        Ante todos estos inconvenientes lo mejor es nacer como bebé.

(1)       La transferencia plena del alma al cuerpo físico es gradual según el bebé se va formando en el seno materno.
(2)       Douglas R. Hofstadter en Yo soy un extraño bucle dice que

“…la formación de  la identidad humana no es tan automática  genéticamente  predeterminada. Para
bien o para mal, los humanos venimos al mundo
sólo con pequeños indicios de aquello en lo que se
convertirán nuestros sistemas perceptuales a medi-
da que interaccionemos con ese mundo a lo largo
de décadas… “
Hofstadter  grafica  la formación de un “yo” con un punto del  cual parte una línea en flecha que va describiendo una curva en bucle que termina apun-
tando al propio punto de origen con el significado de
 que por fin el pensador se piensa a si mismo.
...”ese primer y diminuto destello de autorrepresen-
tación fue el germen de la conciencia y el “yo”; pe-
ro constituye aún un gran misterio.”

(3)        Según algunos creen, con el devenir de la humanidad sería posible que, antes de la concepción, los futuros padres podrán contactarse con las almas que quieren rencarnarse para conocer por anticipado el plan de experiencias que cada una ha preparado para vivir en su nuevo reingreso  en el mundo físico;  de ese modo sería posible que los futuros padres puedan evaluar si ellos son los canales mas adecuados para que ese plan se cumplan lo mejor posible.  Recién entonces una de esas almas  podrá convertirse en “su bebé”.

Ricardo
20 de mayo de 2012
www.jugandoconideas_dodecaedroatlante.blogspot.com

           
         

domingo, 1 de abril de 2012


Jugando con ideas  22

Simbolismo del sol en la noción del no-ego

Casi todas las civilizaciones  que fueron surgiendo  en los diferentes espacios geográficos  donde se asentaron  tenían al sol como una deidad dadora de vida entre otras cualidades.  En Sudamérica en la cultura inca  también  tenían  al sol, que en su lengua llamaban Inti, como a su deidad suprema la cual se representaba como una cara de la que surgían 32 rayos 16 rectos y 16 flamígeros. Este símbolo incaico es el que aparece en el centro de algunas de nuestras banderas.
Se suele decir que si uno sabe mirar tanto en la naturaleza como en las creaciones humanas aparecen símbolos  que se prestan a diferentes disquisiciones metafísicas. Así de nuestro Inti podríamos desarrollar también otras significaciones.
 Imaginemos pues que los rayos que salen del sol representan a los egos que además en sus formas rectas y flamígeras podrían ser interpretados como una alusión a la distinción de género. A su vez el punto de contacto de cada rayo con el mundo físico de la 3D sería lo que llamamos ego. El ego en sí no es bueno ni malo; simplemente es una herramienta del espíritu para adentrarse, explorar y adquirir experiencias en este territorio  que es el más denso de todos por su baja frecuencia de vibraciones. Suprimir al ego es negarle  al espíritu toda posibilidad de evolución. De lo que se trata entonces es que el ego no pierda de vista de dónde viene.
Un ego conectado a la Fuente es un ego pacífico, pero cuando éste actúa por si mismo se vuelve egoísta por que cree que los recursos (energías) que necesita para su supervivencia son limitados y necesariamente debe quitárselos a los demás  como si cada ego anduviera solo por el mundo arreglándoselas por su cuenta para sobrevivir; e igual  lógica adoptan cuando actúan como un colectivo, sea un clan una tribu o una nación. Tan es así que por ejemplo en el escudo de un país sudamericano hay una leyenda que dice  “por la razón o por la fuerza”.
Esa es la manera en que actúa un ego  sumergido totalmente en la materia aunque vaya periódicamente a rezarle a su dios para cumplir con una formalidad (por que algo en el fondo le hace ruido); En realidad su meta es la acumulación para la supervivencia de sí mismo y de su grupo de pertenencia.
Ahora, si cada ego se remontara por su respectivo rayo hasta el sol y penetrara en él, se encontraría que no hay un yo superior correlativo que le sea propio sino que se encontraría con un estado de no-ego genérico, es decir, un Yo Superior que es Único y que sólo se diversifica en multitud de ego-herramientas para experimentar el mundo denso.
Mientras yo me piense como ente separado de la Fuente necesariamente estaré en la dualidad y seré dualidad.
El ego consciente de su origen es como una flor que se abre de adentro hacia afuera sabiendo todo el tiempo de dónde viene su savia.
Ricardo
01 de abril de 2012
www.jugandoconideas_dodecaedroatlante.blogspot.com

domingo, 15 de enero de 2012

Jugando con ideas 21


Jugando con ideas 21

Tema: Algunos apuntes sobre el Apocalipsis

         El vocablo proviene de griego apo (quitar) y kaliptein ( esconder) que sería como quitar lo escondido, “quitar el velo” o, directamente, “revelación”. Esto último, en mi parecer, se asemeja mucho a tener una “intuición” respecto de algo, un conocimiento directo que no es conclusión o culminación de un razonamiento lógico. En este sentido cada uno de nosotros muy a menudo solemos tener intuiciones, revelaciones o “apocalipsis” estrictamente personales.

         El acercamiento a la interpretación del apocalipsis básicamente considera tres líneas teóricas:
                   Histórica. Se le considera como la mera descripción de los sucesos y hechos contemporáneos que se desarrollaron en los tiempos del autor
.
                   Recapitulante. Fundamentalmente se refiere a lo acontecido en relación a los primeros tiempos de la Iglesia.

                   Profética. Esta línea de interpretación ve al libro de Juan como un relato profético sobre el fin de los tiempos que, en la práctica, se ha impuesto abrumadoramente sobre las anteriores teorías.

         Acorde con esta última línea Wikipedia conceptúa el término “apocalipsis” como:

Todo tipo de eventos, ideas o conceptos que al menos, en teoría, pudieren asociarse con la idea de aniquilación del género humano, de la vida en la tierra, común y popularmente llamado …”

En nuestra sociedad globalizada este término se utiliza metafóricamente para señalar desgracias o catástrofes generales o locales de gran magnitud como vulcanismo, incendios, terremotos, maremotos y tsunamis, toda clase de lluvias torrenciales, sequías extremas, vientos huracanados o eventos exógenos como el eventual impacto de aerolitos provenientes del espacio exterior a uno de los cuales se le atribuye la extinción de los dinosaurios, o también la lenta subida del nivel del mar a causa de la elevación de la temperatura global y consecuente derretimiento de las grandes masas de  hielos polares, sin descartar, pendularmente, las llamadas edades del hielo donde las masas polares avanzan  hacia el ecuador.

         Algunos de estos eventos pueden ser repentinos; otros hacen sentir sus efectos en cuestión de horas, días, semanas, meses o años, y por último están aquellos que por su lentitud trascienden generaciones antes que sus efectos sean concienciados, aunque la ciencia los pueda predecir como p.e. el efecto del calentamiento o enfriamiento global a largo plazo.
         Por fuera de estos eventos propios de la naturaleza hay otros que son específicos de las especies que habitan el planeta, entre ellas el hombre, que se producen como resultado de la compleja dinámica e interacción entre ellas y el entorno en que viven tales como pestes, epidemias y pandemias, hambrunas generalmente asociadas a grandes sequías además de guerras de toda índole o las bombas atómica lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki para cuyos habitantes fueron verdaderos apocalipsis en el más estricto sentido de la palabra. Para ellos a pesar de ser un evento geográficamente localizado, fue su “fin del mundo”.


         Ahora, generalizando, si nos remontamos a los tiempos míticos las desapariciones catastróficas de Lemuria y la Atlántida fueron hechos que hubieran entrado dentro del mismo concepto profético. Hay asimismo descripciones de grandes cataclismos en las mitologías nórdica, india, china, maya y otras en las cuales siempre está presente el mito del “diluvio universal”.

        Las sociedades antiguas trataron de racionalizar de algún modo estos eventos catastróficos atribuyéndolos a designios superiores o castigo de los dioses por un supuesto malvado comportamiento que ameritaba recibir la furia divina tras la cual sólo algunos sobrevivirían. Sería lo que nosotros llamaríamos ahora “borrón y cuenta nueva”. Esta idea fue sistematizada a lo largo del tiempo por las distintas religiones con el fin último de manipular a las personas.

        Lo cierto es que catástrofes apocalípticas hubo siempre y parece que seguirán. Para el planeta estos eventos naturales a los que de algún modo se suman los seres humanos con sus actividades anti-ecológicas, son simplemente parte de los ciclos de la naturaleza. Porque una cosa son los acontecimientos cíclicos que son parte del devenir del planeta y otra cosa es la interpretación que hace la humanidad de esos eventos principalmente desde la vertiente de las creencias religiosas.

        La sociedad del viejo paradigma ve a la naturaleza y a las demás especies como meros recursos para su prosperidad desentendiéndose del hecho de que ella también está sujeta a los mismos avatares cíclicos y no por fuera de ella como su dueña. Mientras no se supere esta noción apocalíptica de castigo, el diagnóstico lamentablemente será el de “apocalipsis crónico”.

En el nuevo paradigma el ser humano entenderá y aceptará como necesario y normal su eco-comportamiento que vendrá de la mano de comprenderse a sí mismo como ser espiritual.

Ricardo
15 de enero de 2012
www.jugandoconideas-dodecaedroatlante.blogspot.com